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Consideraciones sobre la señalización específica dirigida a peatones con trastorno del espectro autista (TEA) y refuerzo de señalización general en pasos de peatones

Los problemas de accesibilidad condicionan la participación social, el ejercicio de derechos y, por tanto, son un obstáculo para la integración. Por ello, la eliminación de barreras y la promoción de la accesibilidad universal son clave para alcanzar la meta de igualdad de oportunidades y deben figurar como criterio básico en la acción pública y, en este caso, en la gestión del espacio público.

Así, cuando se habla de accesibilidad, no se trata solo de la eliminación de barreras físicas o sensoriales (donde ya se ha venido trabajando), sino que también es necesario considerar la accesibilidad cognitiva, que se refiere al acceso, comprensión y procesamiento de la información para adaptar funcionalmente el comportamiento a lo que demanda el entorno. Es en este aspecto donde las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) pueden tener dificultades en esta percepción y procesamiento de la información.

Es necesario garantizar que las personas con TEA comprendan los requerimientos que el entorno les presenta para que puedan responder de manera adaptativa y proteger así su seguridad.

En los últimos años, y en todo el territorio, han proliferado iniciativas para la señalización de los pasos de peatones con pictogramas. Esta acción, dirigida a personas con TEA, pretende facilitar, a través de los pictogramas, una lectura de la situación en la vía pública y la toma de decisiones en cada momento ("Detente", "Mira", "Coche detenido" y "Pasa" son los mensajes que acompañan a los pictogramas).

A pesar de esta voluntad de proteger a las personas con TEA, hay controversia en torno a los beneficios de este tipo de señalización específica. Desde la Confederación Autismo España, una organización que agrupa a más de 180 entidades relacionadas, se ha manifestado una posición contraria a este tipo de iniciativas de señalización.

La entidad argumenta su postura en el hecho de que estas señales no cumplen con la normativa de seguridad vial y que, más allá de favorecer la comprensión, la autonomía y la seguridad en la vía pública, pueden confundir tanto a peatones como a las personas que conducen algún tipo de vehículo.

Se defiende que los pasos de peatones ya disponen de un código universal que los señaliza y que, con matices culturales, es prácticamente el mismo en todos los países: señales blancas horizontales en el suelo en pasos sin semáforo y marcas de delimitación en pasos con semáforo. Por ello, no consideran "necesario ni seguro agregar más información" para señalizar los pasos de peatones, como los pictogramas.

Por otro lado, hay otras entidades y profesionales expertos en neurociencia (Alonso, 2020) que manifiestan una opinión contraria o felicitan la medida adoptada de los pictogramas. Otras asociaciones de familiares consultadas exponen que no todos los TEA tienen las mismas capacidades para interactuar con el entorno y que, en cualquier caso, minimizan esta posibilidad de confusión. Igualmente, desde la FEAPS (Federación de Organizaciones en favor de Personas con Discapacidad Intelectual de Madrid) se recomienda la señalización clara de los pasos de peatones de forma horizontal y vertical y "llamar la atención" en estos puntos críticos con señales que pueden ser útiles para todo tipo de usuarios.

De hecho, se defiende que el grupo de pictogramas ayuda a los individuos con TEA a situarse y tomar decisiones, sin afectar a otros usuarios de la vía: la disposición de los mensajes en la primera banda del paso lo hace muy evidente y, por el contrario, no dificulta la lectura de señalización de conductores ni afecta a la toma de decisión de otros peatones, con o sin TEA.

Desde INTRA se entiende que disponer de refuerzo de mensajes a los peatones en pasos no semaforizados es útil, especialmente en los casos en que también se cruzan carriles para otros vehículos, como pueden ser carriles de autobús o tranvía o carriles bicicleta, y, especialmente, cuando la dirección por la que se acercan estos otros vehículos es contraria a la del tránsito del carril motorizado principal.

A continuación se muestran algunos ejemplos de señalización previa a pasos de peatones, pictogramas y bandas LED.

Esta llamada de atención al peatón estaría, en cierta forma, en consonancia con situaciones de "excepcionalidad" como la citada en el caso del Reino Unido1.

Dado que no hay una postura clara respecto al perjuicio de la señalización en el caso específico de personas con TEA, y considerando que no todas estas personas tienen trastornos idénticos, se considera más valioso valorar el posible beneficio de esta llamada de atención y, por lo tanto, recomendable el uso de estos tipos de refuerzos de pictogramas ya sea para personas con TEA como para usuarios en general. Asimismo, se considera positivo el refuerzo mediante bandas de luz en la zona previa al paso, como ya se hace en otros puntos.

En todos los casos, son medidas a implementar de manera participada con las entidades especialistas y colectivos involucrados.

  1. Accesibilidad Cognitiva. Guía de recomendaciones. FEAPS Madrid. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, 2014 ↩︎
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